Tuesday, December 19, 2006

pestañeo
el segundo en el que los ojos no
quieren volver
qué decir cuando
presiento -maldita la palabra que no viene-
que cuando vea no -maldita que sólo siento poesía-
no vas a estar

no

pestañeo y
el peor error que pude haber cometido
que cómo carmaldita cómo-voy-a-pestañear
si yo siento, yo sé
que en el segundo del maldito –malditomalditomaldito-
parpadeo
vas a desaparecer así
así

y este papel
que tengo acá pegado que

arde

pestañeo y arde
este maldito segundo en el que
no sé
ni decir
qué decir para que veas que acá
tengo este papel que arde

pestañeo y los ojos solos
se humedecen solos
del maldito miedo de abrirse y encontrar
la vista vacía

(basta)

la vista inútil
si ya no tiene qué ver

(basta basta de usar las mismas palabras las mismas malditas mismas palabras malditas!)

a veces quisiera poder
cerrar el tiempo
para que los ojos no pesaran con culpa

saber

pestañear y pestañear
todas las voces que quiera
que no me arda el papel que se hunde
cada vez más adentro

aunque no lo creas
no me creas
necesito que estés, como dice un poema -maldita poesía que se cuela- se mete en el medio de las palabras que
-siempre
uso siempre las malditas
las mismas p-

p

p

pestañeo

pestañeo y estás

pestañeo y

7 comments:

bruno said...

che, el que roba soy yo!
aunque, claro, el que roba a un ladrón... cien años de perdón, no?
igual está bien, vos avisás cuando robás. pero igual. encima eso es algo robado.

Cazador Oculto said...

interesante texto

pau said...

el barco se agiganta, se despliega, se despega del agua, hasta que el barco ya no es barco.
el barco es cuerpo, el barco es piel, el barco es una infinita poesía que tejo con mis labios.
y en un punto, en ése punto indivisible, el barco ya no es más /ya no soy/ barco ni agua. soy colores, y me muevo, inquieta, despierta, hundiéndome en los espejos.

pau said...

y sí, julieta, escríbite algo.
:)

bruno said...

a este blog le falta actualizarse

Anonymous said...

Maldita Poesía




Maldita poesía
que caminos me pones por delante
si me robas el oído
a mi vida le cambias el sabor
¡si hasta mi tacto es otro sobre las tablas de la vida!
todo lo conviertes en poesía, poesía
atrofias mis manos, te olvidas de mi cuerpo
me cambias el pan, me embriagas el vino.
Haces de mis calles hedumbres de fantasmas sin calcios
humedades de cánticos olvidados
calores de avernos decorados
cementerios con cruces sin nombres
mitades de limones abandonadas
papeles arrugados, en el aire suspendidos
calzones sucios, grifos abiertos
focos apagados por la noche eterna
y encendidos perdidos en el día
chaquetas y pantalones congelados
frazadas que no abrigan, panes que no alimentan
como testigos en vitrinas alejadas.
Mentiras que no mienten
vidas sin oxigeno, inventadas por el humo del ahora
ciudades ciegas, ciegos ciudadanos condenados al olvido
humanos sin manos en sus ataduras oxidadas.
Rasgos de muerte los tuyos poesía
que no pueden mentir tus huellas
maldita poesía... te bendigo.



(registrado)

Anonymous said...

registrado es una boludez
¿O vos pensás que ese
" (registrado) "
no está registrado?
Leéte a Bajtín, albaino.
saludos!